ACTIVIDAD BLOQUE V (NARRACIÓN CON LIBRO)

 ACTIVIDAD BLOQUE V (NARRACIÓN CON LIBRO)

Esta actividad, la hicimos en clase, y consistía en juntarnos en grupos de tres personas, cada una con una estrategia, las cuales eran, Cuentacuentos, narración con libro y lectura.

En mi caso elegí narración con libro, no por nada en particular, sino porque el grupo en el que yo estaba en un principio, digo en un principio, porque luego fuimos turnándonos las personas de los grupos para escuchar más libros, lo elegimos de esta manera. Por mi parte me pareció correcto, porque tengo el libro de “El hombre de la flor” de Mark Ludy y me pareció interesante contarlo al grupo, ya que es un libro solo con ilustraciones, es decir, sin nada de texto, por lo que puedes inventarte tu propia historia siguiendo la secuencia de imágenes.

También comentar, antes de contar la historia del libro “El hombre de la flor”, que tanto el libro de Clara Parra como de Jennifer Barbero me encantaron, y ya la forma de contar Clara su libro me alucinó, porque fue algo realmente divertido y que enganchaba a oírla como lo contaba.

Bueno, ahora voy con mi estrategia, la narración con libro con la historia que yo me inventé, siguiendo las imágenes de libro de “El hombre de la flor”, comienza:

Había una vez, un hombre muy mayor que viajaba por el mundo, viendo, visitando, conociendo, lugares de todo el mundo. Hasta que un día llegó a un pueblecito que parecía oscuro, un pueblecito lleno de tristeza, delincuencia, etc. Este hombre, interesado y a la vez apenado, fue paseando por el pueblo, hasta que vio una casita casi derruida, acorde con el pueblo, que ponía “se vende”, y decidió comprarla.

Al tiempo de estar viviendo allí y observar cómo se comportaban los ciudadanos del pueblecito, el hombre decidió que tenía que dar un poco de alegría a este, y en su casa empezó a plantar muchísimas flores, para dar color, lo cual hace que todo el mundo este feliz.

Después de que las flores florecieran y toda su casa estuviese colorida, seguía viendo que aquel pueblo continuaba triste. Pero una tarde, que el hombre estaba sentado en su mecedora, fuera en el jardín, observó que frente a su casa pasaba una niña muy muy triste, el hombre se acercó a ella, arrancó una flor de su jardín y se la dio, lo cual hizo que a la niña le apareciera una gran sonrisa en su rostro y saliese corriendo, en ese momento, el hombre se dio cuenta de que si regalaba flores, todo el pueblo estaría feliz, y así lo hizo, cada día regalaba flores a quien paseaba por delante de su casa y poco a poco todo el pueblo comenzó a tener color y ser felices.

Al cabo de unos años, el hombre recordó cómo había sido aquel pueblecito antes de que llegase él, y le recorrió por dentro una gran tristeza, por lo que cogió sus maletas y se fue, para seguir el camino que había empezado hace años antes de llegar a aquel lugar, pero ahora se iba con un motivo, el de repartir felicidad a aquellos lugares donde no la hubiese.

Este hombre siguió caminando durante mucho tiempo, hasta que encontró otro pueblo igual de triste y oscuro que el otro pueblecito donde había estado viviendo, por lo que buscó una casa, se instaló allí y empezó a plantar flores, cuando estas crecieron, comenzó a repartirlas por este y al igual que el otro, empezó a tener color y alegría.

Finalmente, cuando consiguió que aquel pueblo fuera feliz, se volvió a marchar para buscar más pueblos que necesitasen felicidad, y así siguió durante toda su vida, repartiendo felicidad con sus flores, y todo el mundo le conocía como “El Hombre de la Flor”.